Sigo tratando de encontrar la manera de responder de forma corta, cada que me preguntan acerca del nombre de mi proyecto: Actitud Resiliente.
Encontré mi significado de vida, ayudando a los demás a encontrar en su vida uno. (V. Frankl)
Cuando tienes algo que es tuyo, que sabes que tienes “cocinándolo” en la mente y en el corazón tanto tiempo y que por fin lo ves materializado, es difícil definirlo en una frase, pues es quitarle emoción y sentimientos (que para mí son muchos). En mi caso, el tema de darle un nombre al proyecto me tomó muchos meses, pues parecía que no lograba transmitir todo lo que quería en frases cortas o no encontraba las palabras correctas.
Tras muchas noches y días de pensar, ir anotando cada palabra que se me ocurría, buscar significados y entender de etimologías, hacer lluvias de ideas, etc. ACTITUD RESILIENTE llegó a mí una noche antes de acostarme. Puedo asegurar que fue un “amor a primera vista”, recuerdo que lo anoté en la lista de opciones que tenía y cerré el cuaderno. Nunca más volví a considerar otra opción de nombre.
Durante toda esa noche me desperté varias veces pensando en lo que significaba (si me conoces sabes que para que a mí algo me quite el sueño, realmente necesita ser muy importante) en lo que transmitía y si realmente me “llenaba” el concepto. No tuve que dedicarle más días y mucho menos noches, por fin encontré las palabras que reflejan justo lo que intento dejar en el mundo con mi trabajo.
¿Cómo nace Actitud Resiliente?
Tener una Actitud Resiliente para mí, como lo he mencionado varias veces, es un regalo. Todos somos capaces de tenerla, pero no todos sabemos cómo desarrollarla e incluso muchos la hemos desarrollado en el pasado, pero hay situaciones en la vida en la que parece que se nos olvida como hacer uso de ella.
Si lo separas, la palabra “Actitud” tiene significados en psicología, sociología, pedagogía, filosofía y ¡hasta aviación! Etimológicamente se define como una “cualidad de acción”, engloba posturas, conductas, comportamientos, acciones y demás cualidades de una persona hacia una acción. Y en aviación se va más por el tema de hacia dónde se dirige la nave respecto al horizonte.
“Resiliente”, como cualidad, es la capacidad de los seres humanos para adaptarse positivamente a situaciones adversas. El tema de resiliencia me apasiona pues me parece de las mejores características de un ser. La capacidad de sobreponerte, de adaptarte, de aceptar, de mejorar y de sacar un aprendizaje me parece maravillosa. Creo que de una u otra manera la ejercemos todos los días y es algo que todos buscamos y deseamos, aunque no sepamos definirlo.
Siendo así, Actitud Resiliente se refiere a las posturas, conductas y acciones que tomas para adaptarte positivamente a la adversidad y sacar lo mejor de cada situación.
Hasta podría decir que entre más Resiliente sea tu Actitud, mayor será tu nivel de satisfacción con el tipo de vida que tienes.
Actitud Resiliente engloba todo aquello que deseo para las personas con las que trabajo. Que durante su proceso aprendan a definir cuál es su situación en realidad, sean capaces de ver las opciones que tienen objetivamente, aprendan a resolver sus problemas de la mejor manera, a disfrutar y sacar provecho de situaciones y circunstancias, aun cuando no lo hayan planeado así y lo más importante, como consecuencia de esta Actitud, diseñen, vivan y disfruten la vida tal como la quieren.
Cuando pensaba en el concepto, también necesitaba no sólo que me hiciera sentido, sino que fuera un campo de acción en el que mi propia experiencia me enriqueciera. Como todos, he vivido una vida con altos y bajos, con circunstancias en mí misma y a mi alrededor que me cambian los planes de forma brusca. También he tenido la enorme necesidad de tomar el control en situaciones que se me salen completamente de las manos y he entendido que todo tiene un por qué y lo más importante un para qué, aunque a veces no lo vea inmediatamente.
Temas de salud, injusticias (o lo que yo veo como injusticias), trabajo, conductas, pérdidas, cambios, gente tóxica a mi alrededor, malas decisiones y demás se me han presentado, dejándome como lección que sólo tengo una vida y que no puedo controlarlo todo, lo único que puedo controlar siempre, es mi actitud hacia lo que se presenta y eso hace toda la diferencia.
Como psicóloga y coach valoro que el verdadero éxito de un proceso no es que el coachee o paciente regresen a ti cada que tienen una situación incómoda, eso sería crear un círculo de dependencia sin sentido. El verdadero éxito es que las personas terminen con la autoestima y la seguridad necesaria para poder enfrentar cualquier adversidad de la mejor manera y salir victoriosos.
La Actitud Resiliente se refiere a eso, a que tu forma de pensar te impulse y no te destruya. Siempre va a haber situaciones y momentos en tu vida, planeados o no, que cambian tu entorno, tu situación y que crean un desbalance. Actitud Resiliente es aprender que hay cosas en tu control y cosas que es mejor soltar; y saber distinguirlos. A que seas capaz de adaptarte, hacer lo mejor de la situación y seguir creciendo hasta donde lo desees, al final he descubierto y sigo convencida que el límite, es el cielo.
Hoy entiendo que Actitud Resiliente como proyecto, tiene “cocinándose” más de 10 años en mí. Es como si lo tuviera en la cabeza y por medio de mis experiencias, lecciones, trabajo, intercambio con personas, etcétera, se fuera enriqueciendo sin hacerlo consciente. Hasta que por fin logré acomodar la vida, las circunstancias, las personas y el lugar para desarrollarlo.
Tengo la bendición (porque no se me ocurre otra manera de llamarla) de poder hacer lo que amo todos los días, de tener un proyecto que no se estanca, sino que crece y me hace crecer con todo lo que implica, que me enseña y me reta como persona y profesional. Y lo más importante que es un proyecto que cobra sentido a la hora en que lo comparto con mis coachees y pacientes. Y es justamente esa interacción con las personas y el corazón que le hemos puesto todos los involucrados, lo que lo hace tan grande como me ha demostrado ser.
Gracias a todos los que han sido parte de este proceso directa e indirectamente. A mis pacientes y coachees, que con su compromiso hacen que esta comunidad crezca todos los días, por confiar en mí para poner mi grano de arena y por permitirme ser testigo de los enormes cambios positivos que han generado y siguen generando. Y a los que se suman, ¡Bienvenidos y disfruten el camino!
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